A lo largo de la semana del 30/03 al 03/04 se ha tratado el surgimiento de la economía internacional y la política comercial en el siglo XIX. Se ha profundizado en las políticas comerciales existentes en la época, la composición y las bases del comercio exterior y los movimientos internacionales de los factores de producción.
La Revolución Industrial, junto con la revolución de los transportes supuso cambios importantes en la disponibilidad de los productos y de factores de producción, hasta el punto de producir cambios en el conjunto de la economía mientras que las economías preindustriales eran economías en las que el comercio era secundario, la finalidad de las economías surgidas después de la Revolución Industrial producían para vender y eso implicaba hacerse dependientes del comercio, tanto interior como internacional.Se produjo un aumento de producción y un crecimiento del comercio mundial basado en el intercambio de manufacturas por materias primas y alimentos, beneficiando la estabilidad de los productos primarios mundiales. Este librecambio se vió afectado en la segunda mitad del siglo XIX, ya que aparecieron nuevos competidores a los cuales no les favorecía este sistema. Por este motivo estos países recurrieron al proteccionismo -aranceles a los productos importados, etc., y esto supuso un avance en el librecambio representado por la disminución de barreras arancelarias.
Hay que destacar que a lo largo del siglo XIX se registró la oleada más grande de la emigración. Los movimientos migratorios se iniciaron en Inglaterra, aunque ésta hubiese sido una gran potencia industrial, y fue por varios motivos: factores ideológicos, motivos de persecución étnica, etc. Italia también fue protagonista por las grandes oleadas migratorias, aunque lo sufrió más tarde porque se industrializó posteriormente.
Después de la sintesis este tema, podemos observar la importancia que adquirieron algunos países como Gran Bretaña en la época industrial.
En la actualidad, un elemento a destacar es que los movimientos migratorios se dan a la inversa; en el siglo XIX los países a los que mas se inmigraba eran aquellos donde había menos presión demográfica. En cambio, hoy en día la gente de los países subdesenvolupados es la que se dirige a los países desenvolupados en la búsqueda de una mejor condición de vida, aunque teniendo en cuenta la situación económica actual ni siquiera España es un buen país donde empezar una nueva vida por falta de trabajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario